¡Queridos Todos! Sé que me retrasé, pero mejor no os cuento pues mi vida es el rigor de las desdichas, lo importante es que de todo voy saliendo, afortunadamente.
Hoy traigo unos dedales que me regaló una persona a la que quiero con locura, forma parte de mi vida desde que alcanzo a recodar y le agradezco que se interese por mi colección, sin gustarle el tema siempre que tiene ocasión aporta unas bonitas gotas de agua en forma de dedal a este metafórico pantano, que aún siendo verano y con tan altas temperaturas no deja de crecer.
Si os fijáis actualicé el número de dedales pues lo tenia muy atrasado, ya son 6.000 los que tengo, mis vitrinas están a tope, y yo feliz cuando los miro, es una gran satisfacción, pues cada dedal tiene su historia, su recuerdo, su afluente, cada uno siguió su camino y ninguno es más importante que el otro, todos y digo todos son muy especiales para mí.
Sé que siempre digo igual pero es la realidad, lleguen de donde lleguen, los traiga un familiar, un amig@, un conocid@, un vecin@, sean por intercambio, etc. tienen el mismo lugar y el mismo cariño.
Además de dedales mi colección me aportó muchísimas cosas buenas y bonitas, aprendí mucho y también me animó en los malos momentos, encontré grandes amigas, que es lo mejor de todo, y aprendí cuánto me quieren y se acuerdan de mí todas las personas que me rodean, como la persona que me regaló estos gatitos; y quiero dejar claro que mi cariño no es interesado, es agradecido, no soy nada materialista, pero valoro y cuido mucho a las personas que me rodean, me enseñaron de pequeña a cuidar y respetar a los demás, y otra cosa que me enseñaron es que de bien nacidos es ser agradecido, eso procuro hacer siempre.
Bueno, por hoy os dejo que no quiero cansaros, espero que os gusten mis dedales y me despido hasta pronto con todo mi cariño, con un beso y una flor.